Lo que más me ha llamado la atención sobre las lecturas de
esta semana, es la cantidad de información que, en torno a los artículos de
investigación, es necesario conocer, y del cual poco o muy poco sabemos los
nuevos investigadores (al menos yo).
Evolución de la investigación científica
Está claro que lo que aparentemente parece sencillo, en
realidad no lo es tanto, a juzgar por el número de artículos que los
investigadores publican en cómputo anual, una media de 4, teniendo en cuenta
que puede variar dependiendo de las diferentes disciplinas.
Sin duda, la investigación científica ha producido muchos
avances para la humanidad. Por ejemplo, gracias al descubrimiento de la
penicilina, muchas enfermedades infecciosas se pudieron erradicar,
y fue especialmente importante en época de posguerra, donde muchas vidas se pudieron
salvar, elevando así la esperanza de vida de manera significativa.
Este acontecimiento y otros similares, hicieron que las
inversiones en investigación aumentaran de forma exponencial, lo que conllevó
un aumento considerable del número de artículos. Tal y como dice Robert A. Day:
“el dinero produjo
ciencia” y “la ciencia produjo artículos”
Los directores de las revistas científicas no podían asumir
el manejo de tal cantidad de información, por lo que tuvieron que pensar en
alguna forma para seleccionar los artículos, y empezaron a exigir que éstos
fueran bien redactados y bien estructurados.
Robert A. Day en su libro titulado “Como escribir y publicar trabajos científicos” establece unas
pinceladas de lo que es una redacción científica exquisita que, a mi parecer,
no deja de ser un conjunto de aspectos formales generales. Menciona entre otros
conceptos, las siguientes: “claridad”, “nuevos conocimientos científicos”, “lenguaje
apropiado” el uso de métodos etc. Sin embargo, no habla de aspectos de contenido.
Intentaré explicar lo que quiero decir con esto.
Si escribo un artículo, con una redacción sucinta, clara, que
esté dividido en: Resumen, Introducción, Método, Resultado, Discusión, y si me
apuras mucho que añado un conocimiento nuevo. ¿será aceptado por una revista
científica? Creo que no.
Por lo tanto, un análisis más profundo es necesario en torno
a los artículos de investigación, porque, aunque los requisitos formales son
imprescindibles, no es lo que da valor a un artículo. En ningún momento se
habla de la existencia de una “coherencia” entre las distintas partes del
artículo, o dicho de otra manera ¿cómo se demuestra que un artículo es
perfectamente reproducible?, ¿Cómo se conectan el objetivo propuesto y las
conclusiones finales? ¿qué conexión tiene que existir entre el objeto a
investigar y la metodología a utilizar? ¿Qué relación tiene que haber entre la
metodología utilizada y el número de resultados obtenidos? ¿cuáles son los
criterios objetivos por los que se mide un artículo?
En fin, todavía queda mucho que aprender!!
Peer review
En cuanto al peer review, decir que es un método de
evaluación de la investigación, de reciente creación, donde todavía existen
muchos aspectos a mejorar. Se trata de expertos en la materia, llamados evaluadores o arbitros, que evalúan los trabajos
de otros compañeros y que se realiza de forma anónima. Opino que cuando uno es
experto, ha leído mucho, y sabe reconocer más o menos ciertos estilos o temas
de investigación, por lo que resulta difícil que el anonimato sea total.
Por otro lado, de la evaluación de estas investigaciones dependen la asignación de ciertas dotaciones económicas, por lo que no es difícil pensar que existan intereses personales entre los propios evaluadores.
Por otro lado, de la evaluación de estas investigaciones dependen la asignación de ciertas dotaciones económicas, por lo que no es difícil pensar que existan intereses personales entre los propios evaluadores.
Además, el hecho de que los árbitros no reciban remuneración
por el trabajo realizado, y que disminuyan la dedicación hacia su actividad
principal, que es también investigadora, hace que este proceso sea muy
lento, y la rigurosidad puede no ser suficiente.
Es un tema complicado que, debido a la competencia que existe
entre los investigadores, los mismos evaluadores pueden tener intereses
particulares que influyan a la hora de considerar la calidad de los trabajos.
Esperemos que con el tiempo estos inconvenientes se vayan
solventando.
No es que los aspectos formales sean lo único importante, se trata de llamar la atención sobre que también lo son, cosa que a veces no se asume igualmente.
ResponderEliminarY el peer review, en efecto, es mejorable...
Gracias por tu trabajo